sábado, 19 de diciembre de 2009

Una anecdota.

Quiero contar una anecdota que me contaron en Londres.
Os situo, ultimo dia de mi estancia en Londres, estaba pateando por Baker street cuando ya cansados decidimos tomar algo en una terraza, (En Londres tienen terrazas en invierno, con calefaccion y todo)
Nos atendio Ludovic, un camarero del bar en concreto.
Nose como empezamos a hablar con el el caso esque nos pregunto que de donde eramos a lo que le respondimos de España y se nos puso a hablar en Castellano je,je.
Entonces, Ludovic, nos conto que habia vivido en Mexico y habia estado en 35 paises, que el unicamente trabajaba para viajar.
Os dejo su pagina web, en la que podreis ver todas las fotos de sus viajes (Es fotografo profesional) y algunas de sus aventuras. Merece mucho la pena : ludovicdeforseau.skyrock.com
Entonces nos conto esta anecdota que merece ser contada.
El conocio a un chico mexicano viajando por Europa, este chico, el mexicano, habia finalizado su periodo en Europa, con lo cual tenia que salir del continente para obtener otro periodo de visita.
El recepcionista del hotel en el que estaba hospedado le dijo que fuera a Ukrania y que solicitara los tramites alli y al dia siguiente podria regresar a Europa.
Asi que cojio el primer tren que salia de Europa para que le firmaran y despues regresaria a Europa.
Cuando se bajo del tren, por problemas tecnicos, ya estaba fuera de Europa y se encontro en un pueblo de no mas de 20 habitantes, que estaba a -20º.
El chico fue llamando por las casas para pedir hospedaje y algo de comer, al final le abrio un anciano que vivia solo. El mexicano intento explicarle de donde venia, le intento explicar de donde venia hablandole de el tequila, los sombreros mexicanos.. etc fue dificil ya que el anciano no hablaba nada de ingles. Consiguieron comunicarse minimamente y la primera gracia le llego cuando el les explico que era de un pais llamado Mexico y ellos no habian oido hablar nunca de ese pais.
Pero lo mejor vino despues, les explico porque habia salido de su pais y que tenia que regresar a Europa en tren, que si sabia cuando pasaba el proximo, porque en la estacion, no habia nadie ni ponia nada. Entonces le dijo que el no habia visto pasar un tren por el pueblo desde hacia algo mas de un año.
Imaginaos la cara que se le quedo. Le aconsejo que esperara en la estacion a ver si aparecia algun tren.
Estuvo 4 dias a -20º esperando un tren, cuando al cuarto dia aparecio uno. Nos contaba Ludovic que cuando vio llegar el tren se puso a llorar, no es para menos.
Lo mejor de la anecdota es cuando consigue volver a su hotel (en Europa) y le pregunta el de la recepcion: Que coño has hecho? Era facil, te dije que fueras a Ukrania, tomaras el papel, pasaras la noche y volvieras.
Mexicano: Da igual, no quiero hablar de ello (con una cara que decia mucho)

Bueno esta anecdota la cuento para que no os asusteis cuando desaparezca este verano cuando me vaya a hacer mi viaje a dedo por europa y acabe muerto congeladoen siberia.